C. Pradera, Barcelona, 24-06-2013
Encontré hace un par de semanas hormiga de los alcornoques (Crematogaster scutellaris) en un marco de una puerta (figura 1). El marco es grueso. Es la puerta lateral de una capilla que da a un jardín. Se encuentra en un convento de monjas en Nou Barris, Barcelona.
El responsable de mantenimiento me comentó que hacía poco había tenido un problema con hormigas aladas. Me comentó que hacía 15 días empezaron a salir muchas hormigas de un marco de una puerta. Cuando me dijo esto, enseguida me di cuenta que podía tratarse de termita subterránea (Reticulitermes) y no de hormigas. Le comenté que podía haber visto una enjambrazón de termitas. Era importante echar un vistazo a la madera por si estaba muy afectada. Fuimos a ver la puerta y me encontré que ya no había termitas, sino hormigas. Parecía como si las hormigas hubieran deshecho las galerías de las termitas (figura 2). En el suelo, junto al marco se acumulaba tierra y serrín con que las termitas hacen sus chimeneas y tapan los agujeros en la madera. De las termitas aladas solo quedaban unas cuantas alas esparcidas.
En una batalla entre hormigas y termitas, las primeras son siempre las vencedoras. Una termita soldado frente a una hormiga obrera no tiene nada que hacer. La rapidez y agresividad de una hormiga desborda a una termita. Hace poco contemplé unas hormigas que habían descubierto una galería de termitas. Las hormigas se lanzaron contra las termitas y, en nada, agarraron cuantas pudieron para llevárselas a su nido. Ahora bien, una guerra está formada sucesivas batallas. Y aunque las hormigas ganen una batalla, la guerra está a favor de las termitas. En seguida retroceden y sellan las galerías. Y actúan con mucha discreción para no ser advertidas por las hormigas.
En el marco de puerta del que estoy hablando, se debió de producir una escena similar, solo que además las hormigas que atacaron se apoderaron del marco. La principal entrada de hormigas en el marco era a medio metro del suelo (figura 3). Al ver las hormigas, me acerqué para observarlas. Tenían una forma muy característica. La cabeza era roja que parecía una cereza y el gastro (abdomen) en forma de lanza. Cuando se las molestaba, rápidamente levantaban el gastro. Me llevé unas cuantas hormigas a casa. Las puse bajo la lupa binocular. Vi que tenían dos peciolos y dos espinas bien grandes en el propodeo. No había duda. Se trataba de Crematogaster scutellaris.
La hormiga de los alcornoques tiene un comportamiento muy interesante, ya que construye sus nidos con una pasta hecha a base de madera masticada y tierra. Puede construir su nido en muros de piedras que tengan grietas o en la madera degradada de tocones y árboles caídos. También se instala en la corteza de árboles vivos que hayan sido atacados por hongos y xilófagos. O en la corteza de pinos y alcornoques, ya que es ancha y con hendiduras. Estas hormigas realizan túneles y cámaras en la corteza del alcornoque por lo que representa un problema para la explotación del corcho. Además son muy abundantes en los alcornocales del sur de la Península Ibérica. Yo me encontré con esta especie en un marco de puerta. Aprovecharán las galerías excavadas por las termitas. Además, la madera estará húmeda y degradada por lo que las hormigas no tendrán problema para hacer sus propias galerías.
La hormiga del alcornoque se alimenta de sustancias azucaradas que toman de pulgones y cochinillas. Y también de insectos y otros pequeños animales muertos, ya que necesitan proteínas para las larvas. La hibernación se produce entre noviembre y febrero. El resto del año es muy activa formando largas columnas para recolectar alimento. La puesta de huevos es durante el verano. Pero no es hasta el verano siguiente que las larvas pasan al estado de pupa. Al final del verano aparecen las obreras y los sexuados. El vuelo nupcial ocurre entre septiembre y octubre. Es una especie agresiva. Si se las molesta dando un golpe en la madera donde están instaladas, salen a defender su nido con el abdomen levantado. Con esto dejan ir una feromona que avisa a las otras obreras cercanas del peligro. Así que rápidamente se preparan para atacar. Se defienden mordiendo. Las obreras miden entre 3 y 5 milímetros. Es una hormiga de distribución mediterránea que podemos encontrar prácticamente en toda la Península Ibérica.
Addenda. Añado al final de la entrada un vídeo de Crematogaster auberti que había anidado en un tocón en el parque natural de la Tinença de Benifassà, en Bel, Castellón, en septiembre de 2021. Se estaba preparando para la enjambrazón. Las obreras tienen una cabeza más oscura de lo que estoy acostumbrado a ver en Barcelona.
Bibliografía:
– F.J. Soria, M. Villagrán & M.E. Ocete. 1994. Estudio del comportamiento alimentario de Crematogaster scutellaris Oliv. (Hym. Formicidae) en tres alcornocales del SW español. Boletín de Sanidad Vegetal Plagas, 20, pp 637-642.
Vid 1. Crematogaster scutellaris preparándose para la enjambrazón./ C. Pradera 09-2021
Un comentario en “Sobre la hormiga de los alcornoques, Crematogaster scutellaris (Hymenoptera, Formicidae)”