Carlos Pradera, Barcelona, 11-02-2025
Conocí a Enric Masó Pla en agosto de 2013 cuando me incorporé en la delegación de Cataluña de Anticimex. Recuerdo que fue justo cuando ISS Higiene Ambiental 3D SA pasó a denominarse Anticimex 3D Sanidad Ambiental SA. Es por ello que la delegación estaba en las instalaciones de ISS en Hospitalet de Llobregat. Me contrataron como técnico especialista en chinches de cama y pasé a depender de Enric, puesto que él llevaba los tratamientos especiales. Fue una época de aprendizaje muy interesante. Conocí a personas profesionales y comprometidas como David Mora, Eduard Durany, Esther Pérez y a Enric, por quien siento admiración por ser humilde, colaborador, trabajador, profesional y tener buen talante.
Mientras fue mi superior, nunca me falló. Me trató con respeto, me ayudó y me guió. Él trata a todas las personas igual y de manera exquisita. El respeto con que te trata se vuelve en respeto hacia su persona. Nunca faltan palabras de apoyo y compromiso. Aquella época la recuerdo dura. A pesar de la presión y carga de trabajo, él nunca perdió los nervios. Cuando posteriormente recibí un castigo en forma de ascenso y pasamos al mismo nivel jerárquico, encontré siempre apoyo en él. A pesar de que él tenía una gran carga de trabajo, encontraba el momento de ayudarme.
Con su manera de ser, Enric es una gran ayuda a quienes le rodean. Para mí es un referente. Un ejemplo al cual seguir. Tuve la suerte de conocerlo, porque es difícil encontrar personas con valores. Espero que la entrevista que va a continuación sirva para que quienes no lo conozcan se hagan una idea de cómo es.
Tienes una dilatada carrera con 37 años en el sector de control de plagas. ¿Imaginabas desarrollar tu futuro controlando plagas?
La verdad es que no. Para mí era un mundo desconocido. En estos 37 años he vivido muchos cambios, tanto profesionales como empresariales. Ha sido una etapa de mi vida llena de experiencias, vivencias y de crecimiento personal. He tenido la gran suerte de sentirme siempre apoyado y respetado por las personas de mi entorno profesional y laboral.
Has vivido cambios importantes en nuestro sector.
El sector del control de plagas se ha profesionalizado mucho. Antes éramos los matabichos. Y ahora, por fin, tenemos más prestigio y respeto profesional. Al principio de los años noventa, el sector se empezó a profesionalizar con la adaptación de las nuevas reglamentaciones profesionales, con la implementación de los carnets de aplicador de tratamientos DDD y fitosanitarios. Primero fueron los de nivel básico y después llegaron los de nivel cualificado. Tuve la suerte de estar en la primera promoción del carnet de nivel cualificado de DDD, donde coincidí con responsables técnicos de las empresas más punteras del sector en estos momentos. Conocí a personas que después me he ido encontrando en diferentes etapas de mi vida profesional.
¿Cómo empezaste en Serdesa?
Fue por casualidad, a través de un conocido que me comentó en qué consistía trabajar en el sector del control de plagas. Me dijo que en Serdesa buscaban técnicos. Y me presenté a una entrevista. Me comentaron cuáles serían mis funciones como técnico de control de plagas y la propuesta me atrajo. Para mí era un mundo desconocido. Me interesó el nuevo reto profesional. Entonces me propusieron hacer una prueba de campo con técnicos experimentados antes de incorporarme para ver cómo era el trabajo y así poder tomar una decisión con conocimientos de causa. La prueba que me propusieron consistía en acompañar a dos técnicos para ver cómo efectuaban un tratamiento extremo de desinsectación contra cucarachas. Me avisaron antes de lo que me iba a encontrar. Lo de extremo, lo digo porque se trataba de una gran infestación de Blatella germanica. Era en un bar de tapas en Granollers. Lo recordaré siempre. Nunca imaginé que pudiera haber tantas cucarachas en un bar. Fui con dos técnicos muy profesionales y experimentados que me explicaron un poco sus vivencias en el sector y me acabaron de convencer para empezar el nuevo reto profesional y personal.
¿Cuándo te incorporaste?
El día 5 de enero de 1988 me incorporé a la empresa Grupo Serdesa SA que fue pionera en el control de plagas de Cataluña. Y en esa época seguramente fuera la empresa más grande del sector en Cataluña. Era una empresa grande, pero con un trato personal muy próximo. Era como pertenecer a una gran familia. Se trabajaba por rutas, cada técnico llevaba una zona, con todo tipo de tratamientos. La mayoría de los servicios eran contratos de mantenimiento de desratización. Los de desinsectación eran tratamientos químicos con plazo de seguridad. Se tenían que efectuar fuera del horario normal de trabajo de los clientes, o sea nocturnos o en días festivos. Como plan de introducción y formación, en las primeras semanas fui con varios compañeros para aprender de su experiencia.

Fig 2. Enric Masó en las oficinas de ISS en la calle Cobalto de l’Hospitalet de Llobregat./ C. Pradera 2014
¿Cómo fue tu progreso en la compañía?
Entré como técnico especialista en tratamientos de desinsectación y para dar apoyo a tratamientos especiales. En mi posición de ruta, fui el técnico de la Ruta 09. Además, me pusieron una pequeña ruta de desratización para tener más libertad para poder dedicarme a fondo en la gestión de desinsectador de la empresa. Así estuve durante cuatro años aproximadamente y en este tiempo hice todo tipo de tratamientos, tanto de DDD como fitosanitarios, entre los que destacaba la aplicación de herbicidas. En este periodo realicé bastantes tratamientos herbicidas con productos muy potentes como ARNESAL y parecidos. Eran tan potentes que con un solo tratamiento al año podíamos controlar las malas hierbas. Pasados los cuatro años me propusieron desempeñar la responsabilidad de supervisor de servicios en la que efectuaba de todo: control de la rutas de los técnicos, fidelización de la cartera de clientes activos, tareas comerciales, control de stocks y compras de productos, pruebas de nuevos productos y técnicas de aplicación y/o tratamientos, etc.
Viviste la aparición de los geles insecticidas contra Blattella germanica.
A principios de los años 90, en Serdesa empezamos a efectuar pruebas con geles insecticidas para cucarachas de la mano de Bayer. Hicimos test de tratamientos con el primer gel de Bayer, que se comercializó como PREMISE GEL, que luego pasó a llamarse MAXFORCE WHITE IC. De hecho realizamos las pruebas de campo del PREMISE GEL en un cliente de restauración con un nivel de infestación alto. El test duró unos meses y conseguimos bajar la infestación a niveles tolerables. Tuve la suerte de poder formar parte de la prueba de este primer gel, conjuntamente con mi compañero y técnico Ángel Garcia y el responsable técnico de Bayer Francisco Gris. En mi opinión esta nueva gama de productos en formato gel, cambió de forma radical y en positivo los tratamientos contra cucarachas, siendo más seguros, menos peligrosos y más eficaces.
¿Recuerdas en Serdesa tener casos de chinches de cama?
Entré en Serdesa en 1988 y estuve cuatro años haciendo tratamientos todos los días y no recuerdo tener ningún caso de chinches de cama. No las llegué a ver hasta finales de los 90. Los pocos tratamientos que se efectuaron fueron con los insecticidas de la época que lo controlaban casi todo. En la década de los 90 teníamos insecticidas formulados con potentes materias activas como organoclorados como el lindano, organofosforados como el clorpirifos y carbamatos como el propoxur. Después se empezaron a prohibir estas materias activas y la efectividad bajó en los tratamientos contra las plagas más resistentes y se empezaron a expandir como es el caso de las chinches de cama.
¿Recuerdas cuándo empezó a ser común en Barcelona la cucaracha americana?
Recuerdo que la aparición de Periplaneta americana empezó a principios de los años 90 por la zona portuaria en Barcelona y se expandió bastante rápido por la ciudad desde el litoral hacia el interior. Con ello fue desplazada la cucaracha Blatta orientalis, que actualmente ha disminuido mucho.
¿En qué año os incorporáis a ISS?
Serdesa pasó a manos de ISS en el año 2004. Serdesa era una empresa familiar de dos socios. En el momento de la venta tenía unas 25-30 personas. Eran 14 técnicos y el resto personal de oficina y dirección. Como en todas las adquisiciones de empresas, al principio fue muy duro. Sobre todo porque el trato personal era casi familiar y desapareció. Pasó a ser más distante como es normal en una empresa multinacional como ISS, que en esos momentos ya tenía más de 15.000 empleados en España. Pero al cabo de un par de años, al comprar Grupo Única, pasó a 30.000 empleados. Guardo muy buenos recuerdos del paso por Serdesa y del trato recibido. A mí Serdesa me marcó muchísimo. Todavía mantenemos contacto con bastante gente sobre todo de administración. De vez en cuando nos vemos y recordamos vivencias conjuntas, o sea nos contamos batallitas.
¿Qué funciones hacías en ISS?
La integración a ISS, como he comentado, fue dura por la falta del trato personal y humano donde simplemente eras un número. Las funciones iniciales en ISS fueron más o menos las mismas, pero al principio con una clara orientación comercial. La política de ISS era la de vender a toda costa. De hecho, en las tarjetas de visita que nos dieron ponían el cargo de asesor técnico comercial. Al cabo de dos años aproximadamente, la empresa decidió efectuar unos cambios y me pasaron a la gestión de servicios y coordinación de las rutas de los técnicos, más parecido a la hacía en la época de Serdesa. Dentro de ISS, el control de plagas representaba un 5% aproximadamente de su facturación. El crecimiento orgánico era pequeño, así que se compraban empresas del sector para conseguir carteras de clientes.
¿Cuándo os incorporáis a Anticimex?
Fue en el año 2013. Al principio fue un poco de sorpresa y me preocupó volver de nuevo al caos como al principio cuando nos compró ISS. Pero no fue así, ya que se mantuvo toda la cúpula directiva además del personal, con lo cual solo supuso un simple cambio de nombre. Es más, el cambio fue muy rápido y sin traumas.
¿Qué destacarías de la etapa actual en Anticimex?
Para mí el cambio de ISS a Anticimex ha sido muy positivo. Hemos recuperado un poco el trato personal. Todos nos conocemos y podemos interactuar más libremente. Las decisiones o cambios son más rápidos y coherentes sobre todo para adaptarnos al crecimiento del sector del control de plagas. Actualmente Anticimex solo se dedica al mundo del control de plagas y sanidad ambiental, por lo que hemos podido avanzar mucho en estos últimos 10 años que llevamos en esta etapa.
¿Qué destacas de tu trabajo?
En primer lugar, poder servir a los clientes aportándoles soluciones y ayudándoles a resolver o controlar sus problemas de plagas. Y sobre el trato, la colaboración e interlocución con las personas de mi entorno más próximo, así como de los compañeros de otras delegaciones y de los contactos de los diferentes departamentos de la sede central de Sant Cugat del Vallès. Considero que somos un gran equipo que todos remamos juntos hacia un objetivo común.
¿Qué servicios te gustan más?
En general me adapto a todo tipo de servicio y de cliente. Pero prefiero los servicios en equipo, no me gustan las individualidades. Opino que para crecer personalmente hace falta estar acompañado. Siempre aprendes cosas de los demás. También aprendes de los clientes. Yo particularmente intento siempre empatizar con el cliente y sobre todo escucharlo para comprenderle. Y así poder darle respuesta y apoyo, para darle el mejor servicio.
Te queda poco para la jubilación. ¿Cómo encaras esta última etapa?
Después de tantos años trabajando, sigo teniendo fuelle y ganas de trabajar. Pero mentiría si dijera que no tengo ganas de jubilarme. Desde hace unos meses que ya voy pensando en la jubilación. Solo me faltan dos años y medio para cumplir los 65. Seguro que lo que me falta, pasará super rápido. Cuando llegue esta nueva etapa de mi vida seguro que no me aburriré. Tengo muchas cosas por hacer a nivel personal, pero sobre todo pienso disfrutar de la vida.
No me cabe duda. Te vamos a echar mucho de menos.


