C. Pradera, Barcelona, 03-07-2023
Recientemente tuve un caso interesante de picaduras por chinches depredadoras. Sabía que heterópteros como Anthocoris o Orius utilizados en control biológico de plagas podían producir picaduras [1]. Pero no había tenido un caso importante como para pararme a observar. Como sabemos, las tipuanas (Tipuana tipu) tienen su propia especie de psila (Platycorypha nigrivirga). En un parque público del área metropolitana de Barcelona creció bastante esta psila (figura 1). Y con ello los depredadores como Anthocoris que se desarrolló acorde al depredado. Como consecuencia, de las tipuanas caían ninfas y adultos de este heteróptero llenando los bancos y otro mobiliario urbano (figuras 2-4). Es normal encontrar psila y Anthocoris en las tipuanas, que abundan en la zona de Barcelona. Pero no lo es tanto que sea alto su número.
Al pasar debajo de las tipuanas o bien sentarse en un banco, las ninfas de Anthocoris se subían encima y picaban en las partes del cuerpo al descubierto. Esto provocó quejas al ayuntamiento quien lo atribuyó a pulgas, garrapatas o cualquier otro artrópodo hematófago antes que a Anthocoris. Incluso se llegaron a confundir las ninfas de Anthocoris con chinches de cama. Las zonas donde habían tipuanas como una zona de juegos infantiles o un pipican fueron precintadas. Este asunto nos llegó y vimos que tenía que ser algún depredador o parasitoide de alguna plaga de las plantas. Y es así como se detectó la presencia de Anthocoris y el tema quedó zanjado. No se trataba de un caso de salud pública.
Ahora bien, al tener un caso tan claro, me desplacé al lugar donde pude ver muchas ninfas de Anthocoris de distintos estadios de crecimiento (figura 11). En un principio, pensé que se había hecho una suelta para control biológico, pero los responsables de jardinería dijeron que no, que Anthocoris había aumentado porque la psila lo había hecho. El asunto era saber si Anthocoris picaba a las personas de manera accidental o voluntaria. Y pude observar que era de manera voluntaria. Para ello puse la mano izquierda sobre un banco donde había muchas ninfas correteando en todas direcciones. Se subieron sobre mi mano rápidamente y sin problema (figura 5). Y algunos no tuvieron inconveniente en picarme (figuras 6 y 7). Algunas clavaron su probóscide y lo dejaron estar. Y un par picaron bien profundamente. Observé una de las ninfas que me picó sin problema (figura 6). Al día siguiente me encontré pequeñas picaduras sobre la mano (figura 8), excepto una importante con una pequeña roncha que correspondía con una que me picó profundamente en la zona interdigital (figuras 9 y 10). La roncha indicaba que había sacado sangre.
Respecto a la sensación diré que se nota claramente en el momento de introducir la probóscide. Se siente un pinchazo. No es doloroso, pero se nota. No creo que le guste a nadie sentir pinchazos. Si pica una vez, no pasa nada. Pero si uno siente varias picaduras porque le caen varios encima, se marcha rápidamente. Además, no es lo mismo la picadura de una ninfa que de un adulto. Por otra parte nada tiene que ver con el refinamiento de las chinches de cama. Al ser entomófago, no tienen por qué esconder su picadura, ya que esta has de ser mortal para el depredado.
Desconocía que Anthocoris picara sin miramientos. Pensaba que sería algo defensivo como en el caso de los redúvidos no triatominos [2]. Teniendo en cuenta que para combatir las plagas de las plantas se llevan a cabo sueltas de Orius y Anthocoris, habrá un buen número de casos de picaduras. Hay literatura científica sobre las picaduras de Anthocoris nemorum y Orius majusculus [3, 4, 5]. En la mayor parte de casos no se encontrará el origen.
De hecho, cuando me enfrento a un caso de picaduras donde no se encuentra el origen, yo sí contemplo picaduras por estos heterópteros. Y esto es porque en 2015 tuve un caso donde extraje interesantes conclusiones. Llamaron de una vivienda donde tenían picaduras varios miembros de una familia. De inicio las atribuimos a chinche de cama, pero no encontré evidencia de infestación. Entonces llevé a cabo una inspección entomológica que consistió en aspirar por los rincones. Encontré un individuo que identifiqué como Orius. Me informé y deduje que en el jardín podían tener estos heterópteros. A pesar de este diagnóstico, el cliente solicitó un tratamiento para quedarse más tranquilo. Lo llevamos a cabo un poco a ciegas. El resultado fue que no volvieron a tener picaduras.
Respecto a la identificación, apuntar que no es fácil la distinción de las diversas especie de Anthocoris. El adulto mide 3-4 mm de longitud. Diferenciar las especies por el patrón de colores no es fácil. De hecho, Anthocoris nemorum y A. nemoralis son especies muy parecidas. Esta última es la que se comercializa para control biológico. Si vamos al catálogo de heterópteros de Cataluña de Marta Goula et al. de 2020 [6], disponemos en el noreste de la península Ibérica de 10 especies. He de apuntar que los adultos que tengo de este caso no coinciden exactamente con A. nemoralis, aunque bien lo podría ser (figura 10). He de apuntar que dispongo de adultos de Anthocoris de otras zonas de Barcelona cuyos adultos son muy parecidos. De hecho, Marta Goula et al. en el libro dedicado a lo heterópteros de Cataluña [7], indica que esta especie es común.
Adenda. El 6 de julio solicité a Marta Goula Goula, especialista en heterópteros, si a través de las imágenes que publico en esta entrada me podría identificar la especie. Me indicó que se trataba de Anthocoris nemoralis [8].
Notas:
[1] Anthocoris nemoralis se usa para el control de Tingidae y Psilidae. Orius laevigatus y Orius majusculus se usan para control de Thysanoptera.
[2] C. Pradera. 27-02-2021. A propósito de un caso de picadura producida por Zelus renardii (Heteroptera, Reduviidae). El desinsectador y desratizador.
[3] Atkinson, M.D. 1990. Reports of human biting by the flower bug Anthocoris nemorum (L.) (Hem., Anthocoridae). Entomologist’s Monthly Magazine, 126 (1508-1511): 96
[4] Kampen H, Werner D. 2011. Human-biting potential of the predatory flower bug Orius majusculus (Hemiptera: Anthocoridae). Parasitology Research, 108 (6):1579-81.
[5] Lehane, M.J. 2005. The Biology of Blood-Sucking in Insects
Second Edition. Cambridge University Press. 336 p.
[6] Marta Goula, Víctor Osorio, Jan Tomàs & Marcos Roca-Cusachs. 2020. Llista dels Heteròpters de Catalunya (Insecta, Hemiptera, Heteroptera). Versió 2, juliol 2020. Universitat de Barcelona. 46 p.
[7] Marta Goula, Marcos Roca-Cusachs & Víctor Osorio. 2018. Els heteròpters de Catalunya. Col·lecció Maluquer. Brau Edicions, Figueres. 190 p.
[8] Jensen-Haarup, A. C. 1926. Hemipterological notes and descriptions IV. Entomologiske Meddelelsen, 16 (2): 41-56.












Hola. Me encontré un chinche en mi pierna. ¿Podría ayudarme a identificarlo?: ibb.co/GVgFyNc
Es una garrapata.
Sí, me confundí. Mire: https://www.somlesfranqueses.cat/noticia/89558/detectada-una-plaga-de-paparres-al-parc-del-falgar
Hola, Juan. Muchas gracias por el dato. Iré a investigar. Saludos.