C. Pradera, Barcelona, 08-03-2017
Recientemente hicimos una instalación de estaciones de cebado contra termita subterránea (Reticulitermes). Gran parte de las estaciones fueron colocadas en una galería de servicio que corre bajo un par de edificios. Es una zona húmeda ideal para estos insectos. Había canales de progresión sobre techos y paredes. Las termitas habían aprovechado la madera del enconfrado para su alimentación. Lo bueno del caso es que vimos un gran canal de progresión en suspensión, como si de una estalactita se tratara. Cuando encuentras algo parecido no puede dejar de maravillarte.
En su búsqueda por llegar a otras partes, las obreras hacen crecer estos canales hacia donde les convenga. No parece algo premeditado, sino algo aleatorio, típico del comportamiento de búsqueda de los insectos. El canal va creciendo, pero las obreras no saben a donde pueden llegar. Por alguna razón lo harán. Ahora bien, debajo del canal no había madera, así que de haber tocado suelo, nada habrían conseguido. Maravilla también este canal la de material que acumula en su longitud de más de medio metro. Y a pesar de ello la parte alta aguanta el peso. Estos canales también son llamados tubos de barro. Están hechos con barro que recogen y unen con secreciones.