Fig 1. Imagen de una hembra de Phlebotomus en mi dedo./ C. Pradera 06-2018

C. Pradera, Barcelona, 11-07-2018

En la Península Ibérica hay 10 especies de dípteros del género Phlebotomus [1], pero tan solo cuatro especies están implicadas en la transmisión del protozoo Leishmania infantum, causante de la enfermedad conocida como leishmaniasis. Estas son: P. perniciosus, P. airasi, P. longicuspis y P. langeroni, todas pertenecientes al subgénero Larroussius. Sin embargo, las dos primeras especies son las responsables de la transmisión del parásito por su mayor distribución y ecología. Y en especial, P. perniciosus es el mayor responsable por encontrarse prácticamente por toda la península, a excepción de la cornisa cantábrica. Se encuentra adaptada a una gran variedad de hábitats entre los cuales está el medio urbano. Es una especie plástica.

Fig 2. Hembra de Phlebotomus en mi dedo./ C. Pradera 06-2018

Lógicamente, en Santa Coloma de Gramanet, ciudad donde resido, P. perniciosus se encuentra presente. De hecho, muy presente. Durante los meses de junio y julio, cuando aprieta el calor, los flebotomos suelen entrar en mi domicilio al anochecer. Antes de acostarme, suelo mirar en las partes altas, en las esquinas. Y si veo alguno, lo cazo, ya que no me gusta que me pique. Recuerdo que este año vi el primero a principios de junio cuando dio un salto y se posó delante mío sobre la página de un libro que estaba leyendo. Tenía el abdomen rojo, lleno de sangre. No me dio tiempo a cazarlo. Según estudios, son portadoras de Leishmania infantum entre el 1 y el 5% dependiendo de la zona. Una cifra nada despreciable. En el mejor de los casos, uno está sano y tu cuerpo reacciona bien ante el parásito. Y en el peor, uno tiene el sistema inmunitario débil y tiene que pasar por el hospital. Es probable que este parásito sea de los que más circulen entre la población, ya que el flebotomo está muy presente y los perros actúan de reservorios urbanos.

Fig 3. Hembra de Phlebotomus en mi dedo./ C. Pradera 06-2018

Este año me da la sensación que pudiera haber más flebotomos que otros. No realizo ningún conteo de los ejemplares capturados en casa. Pero hay un detalle que apunta a ello. Y es que este año he capturado más flebotomos machos que hembras. Y esto me hace pensar que el perímetro exterior del edificio donde resido es un buen lugar para que críen. En las imágenes de esta entrada se puede ver una hembra (figuras 1 a 3) y un macho (figuras 4 a 7). A medida que he ido capturando algún ejemplar, he aprovechado para tomar estas imágenes. Como se puede observar, hay diferencias entre sexos. A simple vista son casi indistinguibles, ya que son muy pequeños. Miden unos 2 mm aproximadamente de largo.

Fig 4. Macho de Phlebotomus en mi mano./ C. Pradera 06-2018

Ahora bien, con la ayuda de una lupa binocular, se ven claramente las diferencias entre sexos. Sin embargo, la determinación de la especie es otro cantar. Es difícil y es necesario contar con la ayuda de una persona experta. Por suerte para mí, el año pasado tuve la suerte de conocer a Ana Tello Fierro [2] en el marco del curso sobre Entomología Sanitaria y Control de Vectores de la Universidad de Zaragoza celebrado en Grañén (Huesca) [3]. Es una de las pocas especialistas en flebotomos de este país. Es responsable, entre otras importantes labores sobre vigilancia de vectores, de la identificación de muestras de flebotomos en la Comunidad de Madrid. En esta comunidad se dio en la población de Fuenlabrada el brote más importante de leishmaniasis que ha habido en España, cuya causa raíz se encuentra en la proliferación de lepóridos que actuaron como reservorio del protozoo. Pues bien, el pasado año pasé a Ana un ejemplar de flebotomo que había capturado en mi dormitorio. Ella lo identificó y me envió un informe muy bien elaborado y descriptivo que reproduzco en las imágenes 8 a 11 [4]. Determinó que se trataba de P. perniciosus.

Fig 5. Macho de Phlebotomus en mi mano./ C. Pradera 06-2018

Para acabar, quiero hacer notar que tengo mucho aprecio a Ana. Es una bióloga especializada en artrópodos vectores. Los especialistas en esta materia son muy necesarios especialistas, ya que aportan muchísimo al mantenimiento de la salud de la población. Necesitamos más personas como Ana. En España se invierte poco en investigación y vigilancia. Es lástima ver el panorama. Ejemplo de ello es la posición de la población en general con conocimientos débiles sobre ciencia. Y reflejo de ello suelen ser los gobiernos sucesivos que tenemos. El cesado presidente del Gobierno M. Rajoy tenía como lectura de referencia un periódico deportivo. En fin, España es una potencia en fútbol. Y un país subsidiario en investigación. Suena a tópico, pero es la verdad.

Notas:

[1] Carles-Tolrá Hjorth-Andersen, M. (coord.). 2002. Catálogo de los Diptera de España, Portugal y Andorra (Insecta). Sociedad Entomológica Aragonesa, Zaragoza. Monografías, Vo 8. 323 pp.

[2] Ana Tello Fierro pertenece al Grupo de Investigación UCM 921632, Universidad Complutense de Madrid.

[3] C. Pradera. 16-07-2017. Entomología Sanitaria en Grañén, 10-07-2017. El desinsectador y desratizador.

[4] Ana Tello Fierro. 04-09-2017. Informe de identificación de flebotomo. 4 p.

Fig 6. Macho de Phlebotomus en mi mano./ C. Pradera 06-2018

Fig 7. Macho de Phlebotomus en mi mano./ C. Pradera 06-2018

Fig 8. Informe de identificación de Phlebotomus, página 1./ A. Tello 09-2017

Fig 9. Informe de identificación de Phlebotomus, página 2./ A. Tello 09-2017

Fig 10. Informe de identificación de Phlebotomus, página 3./ A. Tello 09-2017

Fig 11. Informe de identificación de Phlebotomus, página 4./ A. Tello 09-2017